Durante un año, se han formado 45 alumnos en revestimiento, parques y jardines, y soldadura
Los 45 alumnos de la escuela profesional dual El Molino IV han concluido su etapa formativa, ahora empezarán las prácticas en empresas y uno de sus alumnos se incorpora al mercado laboral. Desde el 1 de julio del pasado año y hasta este jueves 30, han estado compaginando la formación y cualificación con la puesta en práctica de estos conocimientos. Algo, como subrayó el vice alcalde Luis Solís, en la clausura de la escuela, supondrá tener unas mejores condiciones y posibilidades a la hora de acceder al mercado laboral. De hecho, subraya, “no representa un final, sino un punto y seguido, porque a partir de hoy se abren oportunidades que hace un año, cuando comenzabais el 1 de julio, no teníais”.
Este grupo de alumnos trabajadores se ha encargado de realizar el recién inaugurado “Parque de la Humanidad”, en el jardín exterior de la residencia Felipe Trigo, inaugurado el pasado miércoles por el alcalde Miguel Ángel Gallardo junto a los alumnos. Un espacio acondicionado y habilitado por los alumnos para que los mayores tengan un lugar de encuentro, ocio y esparcimiento al aire libre.
Solís pone en valor el importante trabajo realizado durante estos doce meses de formación, no solo la adquisición de conocimientos en las tres especialidades con las que ha contado la escuela profesional, revestimiento, soldadura y parques y jardines, “sino que también la formación ha sido igualmente importante en áreas como igualdad, competencia digital, sensibilización medioambiental y fomento de la iniciativa y espíritu emprendedor; que será muy positivo para vuestra vida y actividad profesional”.
Durante este tiempo, expresa el vice alcalde, los alumnos junto a su equipo directivo y profesores han tenido ocasión de trabajar en el área de parques y jardines en Quinto Coto, avenida de los Deportes, y las plazas de Conquistadores y San Bartolomé. Además de la creación del jardín de olores del Parque de la Humanidad.
Además, los trabajos también se han centrado en la continuación de la rehabilitación del antiguo molino de aceite, llevando a cabo tareas por parte de los alumnos de revestimiento. Lo mismo ha sucedido con soldadura, cuya actividad principal se ha centrado en la realización de verjas, puerta y escalera en la edificación del molino.
Los alumnos trabajadores, recuerda Solís, adquieren su certificado profesionalidad, pero, además, subraya, “como ha sucedido en otras escuelas profesionales, parte de todo lo que habéis aprendido, quedará para el uso y disfrute de los ciudadanos. Os podéis sentir orgullosos de vuestro trabajo y siempre sabréis, cuando el Molino esté concluido y sea un centro de interpretación, que vosotros formáis parte de su historia, porque vuestro trabajo ha hecho posible que sea realidad”.
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