CCOO de Extremadura reclama la inclusión en la negociación de los convenios colectivos de cláusulas de garantía salarial que permitan afrontar el empobrecimiento de la población ante una escalada de los precios que ha situado la inflación en nuestra región en un inasumible 10,3 por ciento.
Desde CCOO se ha propuesto a la patronal una fórmula realista que garantice el poder adquisitivo de las personas asalariadas y no provoque un riesgo inflacionario posterior.
Esta propuesta consiste en pactar un incremento inicial situado en el entorno de la inflación subyacente, ahora en un 3,4 por ciento, y sumar a esto cláusulas de revisión salarial que al finalizar el año compensen la diferencia de ese porcentaje con la evolución real de los precios. Estas cláusulas tendrían que establecerse ya para este año y los siguientes.
Desde CCOO se advierte que, aunque en los próximos meses haya una contención de la inflación debido a las medidas puestas en marcha para reducir la factura energética, eso no implica que las empresas vayan a bajar los precios de sus productos que ya han subido. En este escenario aumentarían los márgenes empresariales sin que tuviera repercusión positiva en los salarios.
Para CCOO, eso sería inaceptable en un escenario de enormes dificultades económicas para gran parte de la población y por eso exige un pacto de rentas justo que reparta la carga de este alza de los precios.
Evolución de los precios
Los precios se incrementaron en el mes de marzo en Extremadura un 10,3 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, con una variación mensual de 3.1 por ciento más que en el mes de febrero
En el índice general estatal, la subida de los precios ha sido del 9,8 por ciento, con una variación mensual de 3 por ciento con respecto al mes anterior En ambos casos se trata de las tasas de inflación más elevadas en muchas décadas
La subida media pactada en los convenios colectivos en Extremadura hasta el mes de marzo ha sido del 2,77 por ciento, frente al 2,36 por ciento de la media estatal.
La mejora del poder de compra salarial, que supera el 2 por ciento por ciento, no es ni de lejos suficiente para paliar la subida descontrolada del IPC.
Los grupos con mayor influencia en el incremento de la tasa anual han sido Vivienda, que registra una variación del 40 por ciento en Extremadura, por el incremento de los precios en la electricidad superior a la de febrero, por otro lado, el grupo de Transporte, con un aumento del 20.6 por ciento en la región, a pesar de la bajada en vestido y calzado de un 0.6 que ha contenido la subida del IPC, aunque en menor medida también hay que tener en cuenta la subida de un 6,8 por ciento anual en alimentos y bebidas no alcohólicas.
La tasa de variación anual de la inflación subyacente, que no incluye alimentos no elaborados ni productos energéticos, se ha incrementado en un 3,5 por ciento, con lo que se sitúa un 6,8 por ciento por debajo del IPC general. Es la mayor diferencia histórica entre ambos indicadores de inflación y refleja claramente el fuerte impacto inflacionista de la energía y los alimentos no elaborados.
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