La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García ha asistido esta mañana en Cáceres a la inauguración del XI Congreso Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (CONEIA), donde ha destacado el compromiso nítido de Extremadura con la transición hacia un nuevo modelo energético, pero también con la sostenibilidad y la biodiversidad que define a la región.
La consejera se ha referido al relevante papel que la evaluación ambiental está teniendo en el camino hacia esa transición energética justa y equilibrada que tiene como base principal lograr un importante desarrollo de las energías renovables como fuente alternativa de energía sostenible que nos permita alcanzar los objetivos de descarbonización y luchar contra el cambio climático. En este contexto, ha puesto en valor que Extremadura es la primera comunidad autónoma que cuenta con su propio Plan Integrado de Energía y Clima con horizonte 2030.
Olga García ha destacado que la evaluación ambiental es una herramienta muy útil para compatibilizar los valores ambientales con la conservación de la biodiversidad, incluso con la adopción de medidas de compensación de los impactos residuales, desarrollándose de forma complementaria a la integración ambiental de los proyectos. Esto está contribuyendo y permitiendo desarrollar proyectos de investigación en conservación de los grupos de la biodiversidad más amenazados como son las aves esteparias, las aves necrófagas o la flora amenazada.
En su intervención y respecto de los proyectos de energías renovables, la consejera ha defendido el cumplimiento íntegro de la normativa vigente en materia energética, ambiental y urbanística y aplicando la máxima agilidad administrativa y transparencia. Asimismo, ha reivindicado la implementación de todas las medidas que sean necesarias para la integración de los proyectos renovables con el medio ambiente y para lograr que contribuyan a conectar medio ambiente y economía, con la positiva repercusión social que ello conlleva.
Por último, ha destacado que Extremadura lidera el desarrollo fotovoltaico en España, lo que está suponiendo una auténtica responsabilidad para la Junta de Extremadura como referente en la compatibilización del progreso en la transición energética con el respeto medioambiental.
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