Los secretarios generales de Educación y de Empleo, Rafael Rodríguez de la Cruz y Javier Luna, respectivamente, han inaugurado la Jornada Educación y Empleo, celebrada este miércoles en Mérida. En ella más de 500 profesionales de la orientación educativa y laboral reflexionan y comparten experiencias sobre el nuevo modelo de orientación a lo largo de la vida por el que la Consejería de Educación y Empleo ha apostado y que tiene como objetivo mejorar la transición entre el mundo educativo y el laboral.
Bajo el título ‘Innovación para la vida: Orientación educativa y profesional a lo largo de la vida’, estas jornadas dan un nuevo impulso al Protocolo de Orientación Educativa y Profesional que, desde el curso pasado, ha conectado las políticas educativas y las de empleo.
Esta conexión entre las orientaciones educativa y laboral, junto a otras actuaciones educativas llevadas a cabo, han contribuido a la disminución de la tasa de abandono escolar prematuro hasta el 19,2 por ciento, según ha recordado el secretario general de Educación citando los últimos datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, en base a la Encuesta de Población Activa (EPA).
Rafael Rodríguez de la Cruz ha mostrado su satisfacción por este descenso de la tasa de abandono escolar temprano, “la más baja de toda la década”, que supone cinco puntos menos que la de 2015 y 13 puntos menos con respecto al 2010. “Es una satisfacción y un estímulo para seguir trabajando y conseguir reducirlo aún más”, ha añadido.
Por su parte, el secretario general de Empleo ha dicho que “la clave está en la conexión de las políticas educativas y de empleo” y ha destacado la importancia de que los profesionales de la orientación educativa y laboral trabajen coordinados para que “acompañen al alumnado en el sistema educativo y, cuando salgan de éste, en los servicios de empleo”.
Javier Luna ha explicado que los técnicos de empleo conocen las incertidumbres del mercado de trabajo y hacia dónde camina su futuro, las nuevas especialidades laborales y las habilidades y competencias que necesitarán los jóvenes cuando salgan del sistema educativo.
Así, al trabajar conectados con los orientadores educativos, “podemos ayudar a los alumnos a tomar decisiones, además de programar y planificar juntos acciones para que el alumnado adquieran todas esas competencias que les van a hacer más capaces y competentes” y les van a facilitar el acceso al mundo laboral.
La clave es, según el secretario general de Empleo, “trabajar en el sistema educativo en prever y prevenir lo que va a ocurrir y analizar dónde están los alumnos con mayores dificultades para identificarlos y que en el futuro los técnicos de empleo puedan trabajar con ellos”.
De esta forma, ha añadido Javier Luna, “el sistema no se rompe y sigue el acompañamiento del alumnado” tras salir del sistema educativo, tanto orientándole en su inserción laboral como en su vuelta al sistema educativo para seguir formándose en nuevas competencias.
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