El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha destacado este viernes el trabajo que la Asociación Oncológica de Extremadura ha llevado a cabo desde su fundación con los pacientes con cáncer en la región.
Durante su intervención en la presentación del peluche “VONCO”, que ha tenido lugar en Badajoz, ha recordado los inicios de esta asociación y que sus fundadores siempre tuvieron clara una cuestión sin la cual no se puede entender “qué estamos haciendo aquí hoy”.
En este sentido, ha afirmado que además de tratar bien la enfermedad y de eso se tiene que encargar el sistema sanitario, hay que saber tratar bien a las personas “y de eso nos tenemos que ocupar un poco entre todos”.
Según ha explicado el presidente extremeño,
“tratar bien la enfermedad lo produce y lo genera la investigación” y por suerte hoy se salvan muchos niños y muchas niñas y también muchos mayores, pero además de ello es necesario que la gente se sienta bien tratada como seres humanos y eso no lo consigue la investigación sino que “eso solo lo consiguen los sentimientos, los afectos, el cariño, el amor en definitiva, las palabras más hermosas que uno puede llegar a pronunciar”.
Fernández Vara ha insistido en que la presentación de este proyecto es la suma de lo que significa y representa saber que un niño o una niña que padece una enfermedad y que no son pocos en el mundo, puedan tener la posibilidad de estar en un ambiente mucho menos hostil.
En relación con lo anterior ha reconocido que “hemos tardado algún tiempo hasta que la sociedad desarrollada se dio cuenta que esto no era una cuestión excepcional pero desgraciadamente bastante frecuente y que había que buscar entornos que fueran agradables y que permitieran al niño reconocerse en un espacio parecido al de la habitación de su casa, espacios parecidos al lugar donde siempre están, y así se empezaron a crear las unidades de oncología infantil”.
Añadiéndose a esto –ha dicho- la colaboración de empresas que empezaron a participar desarrollando espacios para que el niño, en definitiva, no dejara de ser niño por el hecho de tener una enfermedad.
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