Don Federico Carrero: “Solo una mente perturbada pondría en peligro la paz mundial para satisfacer su ego”

La guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto en jaque al mundo en cuanto a tranquilidad bélica se refiere. Europa parecía un territorio protegido ante el posible levantamiento de las armas, pero Putin ha demostrado que no les tiene miedo a la ONU ni a Europa y que está dispuesto a llegar al final incluso si hay una 3º Guerra Mundial de por medio. Después de una pandemia que golpeó a las economías de todos los países, ahora el temor se adueña de los ciudadanos ante la incertidumbre de qué será lo siguiente que intente el líder ruso. Hablamos con don Federico Carrero Plaza, Doctor en Derecho, veterano General de Artillería, Diplomado de Estado Mayor y de los Estados Mayores Conjuntos entre otros títulos. A pesar de su dilatada carrera militar y de superar los 90 años, don Federico afirma convencido “no he sido militar, sino que soy militar porque el militar, en cualquier situación administrativa que se encuentre, es y se siente militar”. En la actualidad se trata de un “Segundo Reserva”, pero su amor por el Ejército se mantiene muy firme.

La Embajada

Sin embargo, su larga vida no solo ha estado ligada a la artillería, don Federico estuvo destinado, entre 1977 y 1981, en la embajada española en Italia como Agregado Militar. Cuenta con orgullo que llegó al país de la bota cuando el Papa era Pablo VI y que estuvo presente en el nombramiento del Papa San Juan Pablo II. Por otro lado, Italia atravesaba unos años duros por las acciones de la organización terrorista “Brigadas Rojas”, por lo que su trabajo consistía en proteger a los españoles que fueran victimas de los atentados.

Don Federico hace “mención especial” al atentado en la estación ferroviaria de Bolonia el 2 de agosto de 1980, cuando una maleta depositada en la sala de espera explotó provocando 85 muertos y 200 heridos. El Embajador encomendó en don Federico la importante labor de buscar por hospitales y morgues durante dos días, incluyendo las noches, a cualquier español que se hubiese visto afectado por el atentado. Lamentablemente, los hubo.

Las embajadas tienen un papel esencial en las relaciones internacionales. En ocasiones, su trabajo pasa desapercibido, pero en épocas bélicas como las actuales, cobran una importancia incalculable. Se trata de la máxima representación y autoridad del país de origen en el de destino. Están encabezadas por un Embajador al que le acompañan agentes del Cuerpo Diplomático y personal técnico en sectores de interés como el económico o el defensivo.

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Las funciones que tienen los componentes de una embajada pasan por la más correcta representación de su país en el ámbito correspondiente, la participación en los eventos a los cuales se es invitado, la organización de celebraciones, en este caso españolas, en territorio italiano y tejer una red de amistad con los miembros embajadores de otros países. Por otro lado, y a nivel más interno, los componentes deben informar y asesorar al Embajador sobre los distintos aspectos y, en el caso del Agregado Militar, redactar y remitir al Estado Mayor de su Ejército informes sobre cuestiones relacionadas con la Defensa y sobre cualquier país.

Enfocados en la labor de don Federico, se puede deducir que el Agregado Militar es el representante acreditado de su Ejército ante las autoridades del país de destino. En el caso de Italia, España contaba con una agregaduría por Tierra, otra por Armada y otra por Aire, además de la de Defensa. Ante la importancia de Roma por aquel entonces como nudo de relevancia geopolítica tenían agregados militares acreditados de unos noventa países agrupados en el Cuerpo de Agregados Militares Extranjeros que estaba dirigido por el que más antigüedad tuviera, llamado Decano. En aquel entonces, era el de Rumania.

Don Federico cuenta como anécdota que, cuando fue a presentarse ante el Decano, algo que obligaban la cortesía militar y diplomática en un recién llegado, sus compañeros le advirtieron de que el Decano solía tomar café turco, por tanto, directamente en la taza y sin colar. Este detalle evitó que pudiese cometer algún error en la conversación mantenida con el Decano en ese aspecto.

Guerra Rusia y Ucrania

Al ser preguntado por la guerra entre Rusia y Ucrania, don Federico responde tajantemente: “vivo este conflicto con una tremenda indignación, ante una flagrante agresión, totalmente injustificada contra la soberanía e integridad territorial de un país como Ucrania”. Además, añade: “a la agresión, hay que sumarle la ilegitimidad del ejército, sus acciones bélicas, constitutivas de auténticos crímenes de guerra, que están siendo investigados por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa e incluso por la Fiscalía del Tribunal Internacional de Justicia”.

El veterano militar no solo critica las acciones de Putin, pues su conocimiento sobre la historia le permite argumentar y contextualizar la situación que viven Ucrania y Rusia. Eso sí, destacando que en su opinión “carece de explicación lógica o ética”. Según el líder ruso, ambos países son un mismo pueblo. Comparten idioma pues todos hablan ruso, aunque la lengua oficial de Ucrania es el ucraniano; y tienen en común el alfabeto eslavo-cirílico, obra de San Cirilo, evangelizador de los territorios eslavos. Centrándonos en el apartado histórico, Ucrania formaba parte de la URSS tras la 2º Guerra Mundial, pero tras la caída del muro de Berlín y la separación de la mencionada URSS, varias repúblicas socialistas soviéticas ganaron su independencia y, por tanto, su soberanía quedando fuera de la Federación Rusa. Don Federico explica que la independencia ucraniana fue firmada, reconocida y considerada legítima tanto por la Federación Rusa de entonces, como por Ucrania, Estados Unidos, la Unión Europea y la propia Asamblea General de las Naciones Unidas.

Por otro lado, y como Doctor en Derecho, don Federico explica la razón del ataque ruso centrándose en la ley que establece la ONU. Debemos poner el foco en la Repúblicas del Dombás, territorio ucraniano que goza de cierta autonomía, pero que lleva un tiempo queriendo separarse del país con capital en Kiev. Esta intención separatista es apoyada por Rusia basando su legalidad en la libre determinación de los pueblos, postura que Putin y su gobierno apoyan incluso en territorios que no son colindantes ni parte del histórico pueblo ruso.

Sin embargo, todo esto “choca” con el Derecho a la Libre Determinación, establecido por la ONU en la resolución 1514 que tiene como beneficiarios a los pueblos coloniales. Además, en la misma resolución 1514, se establece el Derecho de la Integridad Territorial de los Estados que limita el Derecho a la Libre Determinación y lo anula en el caso de que sean partes de cualquier Estado. Don Federico deja claro que la separación no es posible y que el apoyo de Rusia a las aspiraciones de las repúblicas del Dombás queda contrario al Derecho Internacional si se argumenta con el Derecho de Libre Determinación de los Pueblos. Según el Doctor en Derecho: “desde cualquier punto de vista que se adopte, la actual intervención de Rusia en Ucrania carece de justificación. Se trata de una agresión contraria a los usos, normas y leyes del orden internacional”.

Dando por finalizada la contextualización, don Federico afirma “la Unión Europea está haciéndose, con una grave dificultad porque la soberanía es un atributo de cada Estado y está probado que hoy ningún país en solitario se basta para atender ni siquiera sus propias necesidades”. Admite que nadie se esperaba una guerra y que “solo una mente perturbada o llena de ambición y desprecio al orden internacional pondría en peligro la paz mundial con la amenaza de una guerra nuclear solo para satisfacer su ego”.

Además, don Federico pone en evidencia a la Organización de las Naciones Unidas pues califica de “fallo institucional” la creación del Consejo de Seguridad. Este ha demostrado ser “inoperante” cuando se trata de tomar decisiones contra uno de los cinco países permanentes que gozan del poder del veto: Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia y la propia Rusia. “Creo que esta situación tendrá repercusión en la organización y funcionamiento de la ONU. El mundo de hoy no es el de 1945” predice el veterano militar. Finalmente, aconseja crear normas en el Consejo de Seguridad “que regulen la actuación de modo que pudiera responder a la gran responsabilidad de asegurar la paz en el mundo”.

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Acerca de Iván Moreno Serrano 3 Articles
Estudiante de Periodismo y Comunicación de la Universidad de Extremadura.

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