LEB ORO J16- Cáceres da motivos para creer con su victoria en casa ante Melilla

Primer ansiado triunfo en el Multiusos, cuarto de la temporada en total, que destapa el tarro de las esencias verdinegras en su feudo.

Llegó el día en que el Cáceres Patrimonio de la Humanidad supo ganar en el Multiusos, devolviendo la alegría una afición de diez, durante un intenso partido contra Melilla Sport Capital, correspondiente a la jornada 16 de LEB Oro.

Y es que este viernes, el Pabellón Multiusos “Ciudad de Cáceres” vibró con la primera victoria en casa de la temporada de un renovado equipo extremeño, en el que debutaron en casa Kenny Hasbrouck, que ya había jugado en Coruña, y Kostas Vasileiadis, con un doble doble en su primer partido con el Cáceres.

“Por fin conseguimos llevarnos una alegría, sabíamos que iba a ser un partido muy difícil, Melilla tiene jugadores en puestos determinantes, pero hemos conseguido la victoria”, ha analizado en rueda de prensa el entrenador del Cáceres, Roberto Blanco.

El técnico ha dado la enhorabuena a su jugadores, que “se lo merecen por su trabajo, por su convicción y creer”, y a la afición, “por empujarnos y estar en todo momento, no sólo hoy”, ha dicho dedicando el triunfo al público verdinegro, además de agradecerles su apoyo.

Sobre el partido, el Cáceres comenzó un poco “frío y lento” al inicio, faltando ajustar algunas piezas del engranaje, empezando a sentirse más cómodo poco a poco, con más tiros y posesiones, un “cambio de imagen” con un juego más directo que en otros encuentros.

Aun así el primer parcial se decantó para los locales 19-16, para comenzar un segundo cuarto igualado, de mucha anotación y menos defensa, y que volvió a llevárselo Cáceres 28-26 para dejar el marcador al descanso 47-42.

Tras haber disfrutado de una máxima renta de 9 puntos arriba, en la reanudación salió algo más dubitativo el conjunto extremeño, viéndose por momentos “noqueados” por Melilla que se llegó a poner 3 puntos arriba a falta de cinco minutos para acabar el tercer cuarto (51-54).

Así, los visitantes se llevaron el tercer parcial 20-22, dejando el marcador 67-64, con todo por decidir en los últimos diez minutos.

“Hemos traído jugadores con experiencia para saber afrontar estos minutos finales y se ha unido la juventud de Pablo (Sánchez), han sido dos minutos muy bonitos para la afición, para disfrutar de cómo el equipo ha sido capaz de luchar y conseguir una victoria muy importante”, ha asegurado el entrenador local.

Y es fue determinante la defensa de los últimos momentos, tras el 0-8 de Melilla que les volvió a colocar por delante 73-75 a falta de cinco minutos para el final.

Así, con poco menos de 180 segundos en el luminoso, los visitantes vencían de tres (77-80), pero las canastas de Sánchez, Olaizola, Cepukaitis y Hasbrouck, y sobre todo la acérrima defensa en los instantes finales, otorgaron el triunfo local.

Destacaron por el Cáceres los 17 puntos y 5 rebotes de Kevin Bercy, los 14 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias de Kostas Vasileiadis, los 14 puntos y 5 rebotes de Vaidas Cepukaitis, los 11 puntos de Kenny Hasbrouck, y los 10 puntos y 8 rebotes de Julen Olaizola, así como las 4 asistencias de Dani Rodríguez y los 10 puntos de Pablo Sánchez, entre otros.

“Una de las cosas más bonitas que he visto ha sido la gente en el campo, los niños haciéndose fotos con los jugadores, eso es otra victoria”, ha señalado el técnico extremeño, para quien el Multiusos es “espectacular, increíble”, apretando y luchando con el equipo.

De esta forma, con su cuarto triunfo, los verdinegros dieron motivos para creer, destapando el tarro de las esencias en su feudo, esperando, a partir de ahora, no bajarse de este carro de fe y trabajo, mostrando una cara más reconocible de lo que es el Cáceres, un equipo al que no puedes dar por muerto.

El Cáceres se sitúa decimoquinto en la tabla con un balance 4-12, a falta de finalizar la jornada, mientras que su próximo partido será en Valladolid el sábado, 21 de enero, a partir de las 19:30h.

Para Blanco ahora hay que seguir trabajando, tras dar un puño a la barrera del Multiusos, y desde ya centrarse en Valladolid, tras este “empuje anímico” para seguir creyendo.